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Acerca del Lovebombing y la sobre-etiquetación topográfica del comportamiento

¡Lovebombing! ¡Gaslighting! ¡Ghosting! ¡Red flag noséqué!

¡BASTA YA!

En estos tiempos de volubilidad y liquidez, de pocas certezas y amarres; parece que la sobre-etiquetación del comportamiento, y de la realidad en general, nos brinda cierto remanso.

¡Qué poco nos gusta la incertidumbre y cuánto nos gusta vivir evitando!

No obstante, un mal uso de las etiquetas puede ser contraproducente y acabar por generarnos más hipervigilancia y ansiedad de la que nos alivia.

MENOS FORMA Y MÁS FUNCIÓN

Este tipo de etiquetas se basan en la topografía de la conducta, en su forma, en el envoltorio de la misma, en aquello que podemos observar. Y, en lo que respecta al comportamiento, basar la etiquetación en la formalidad, tiende a ser peligroso.

CATEGORIZACIONES FUNCIONALES

Lo interesante es atender a la función, al POR QUÉ y PARA QUÉ de nuestros comportamientos. Debemos de dejar de centrarnos en la topografía.

Veamos un ejemplo:

-ME RASCO LA CABEZA para aliviar el picor que siento

-ME RASCO LA CABEZA para calmar los nervios

-ME RASCO LA CABEZA para disimular lo que estaba haciendo

Como vemos, la FORMA de la conducta es la misma, lo que observamos es RASCARSE LA CABEZA. Sin embargo, las FUNCIONES de tal conducta son muy divergentes.

¿QUÉ SUCEDE CON EL LOVEBOMBING Y ESTAS OTRAS ETIQUETAS?

Como decimos, se centran en la topografía de la conducta. Es decir, acaban por meter en el mismo saco conductas que para nada se han ejecutado con funciones similares.

Esto, criminaliza y pone la misma etiqueta a conductas, y con ello personas, cuyos comportamientos en realidad distan completamente.

CRIMINALIZANDO LA NORMALIDAD

Otro de los problemas que acarrea este tipo de sobre-etiquetación es la criminalización de lo que muchas veces es normal. Si hablamos del LOVEBOMBING, nos daremos cuenta de que todos estamos sujetos a unas mismas leyes de aprendizaje.

Nuestra conducta está regida por unos principios y, sí, entre otras cosas, esos principios hacen habitual que las personas muestren mucho más cariño y amor al principio de una relación, al estar conociendo a alguien.

CREER VOLITIVO LO APRENDIDO

Inclusive, cuando se habla sobre el LOVEBOMBING y demás etiquetas, se suele hacer de manera que se tilda de psicópata, narcisista y malévola a la persona que está llevando a cabo tales conductas.

Se habla de todo ello como si la persona fuera consciente y hubiera bosquejado un plan premeditado acerca de cómo va a manipular y someter a la otra persona.

En la mayoría de los casos no es así. La persona también está sujeta a unos aprendizajes, los cuales no justifican, pero sí explican su comportamiento. No suele haber voluntad o premeditación, sólo principios de aprendizaje operando en una historia de vida particular.

NOS PROTEGEMOS…

Por supuesto, el pensar que el otro es malo y ha actuado premeditamente, nos protege.

-Nos ayuda a establecer una dicotomía entre ellos y nosotros, entre malos y buenos.

-Nos hace sentir más lejana la amenaza de poder caer nosotros también en esos actos.

-Nos hace creer menos vulnerables y susceptibles de cometer aquello que tanto estamos criticando.

-Nos alivia el malestar de no entender por qué nos han tratado mal, ya que poner esencia en el otro, creerlo malo por naturaleza brinda respuestas más fáciles y asumibles.

HIPERVIGILANCIA Y ANSIEDAD

Este tipo de etiquetas se acuñan en pro de prevenir futuros malestares en personas que puedan ser “víctimas” de todo ello. Podríamos pensar que se generan con un justificado y buen fin, pero muchas veces acaban por ser contraproducentes.

Y es que, pueden prevenir, pueden ayudarnos a estar alerta, pero esto es un arma de doble filo, ya que lo que también nos provocan es una perpetua hipervigilancia y ansiedad que aboca en ver red flags, premeditación y maldad en todo recoveco de interacción.

ENLACES A RECURSOS RELACIONADOS DE INTERÉS:

-SOBRE EL DETERMINISMO EN LA CONDUCTA HUMANA – Esteve Freixa i Baqué

-SOBRE LA FORMA Y LA FUNCIÓN – Santiago Benjumea y Jesús Ramírez – Bermúdez

-SOBRE LA PSICOPATÍA – Edgar Artacho

-ACERCA DEL LOVEBOMBING Y LA SOBRE-ETIQUETACIÓN DEL COMPORTAMIENTO – Marcos de Andrés

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