El propio título lo dice, es TU duelo, TU forma de afrontar un acontecimiento en base a las
circunstancias, en base a los aprendizajes que has ido cosechando a lo largo de TU vida.
Entendemos por duelo ese período en el que, tras una serie de hechos que nos provocan un
fuerte malestar y nos cambian bruscamente ciertos aspectos de nuestro contexto,
atravesamos una época de emociones desagradables, de un más bajo estado de ánimo, etc.
El duelo es un recorrido por emociones que son también necesarias y adaptativas, pues
cumplen su función. La tristeza, y todas sus primas hermanas, están ahí por y para algo, no
debemos buscar eludirlas lo máximo o lo más rápido posible.
Cada duelo es legítimo, único, no hay tiempos predefinidos, pese a que a veces ciertas
personas o manuales se aventuren a delimitar unos rangos temporales a partir de los cuales, si
son superados, se estipula como condición patológica.
La realidad es que podremos hablar de “patología” o de circunstancia problemática, en la
medida en que limite a la persona su cotidianidad y suponga ya un impedimento para
continuar con el día a día. Cuando hacemos del duelo un hogar y nos quedamos a vivir en él, es
posible que nuestra vida anterior sí se vea perjudicada. Es ahí donde la persona habrá de
decidir qué prefiere para sus días.
No obstante, esos tiempos son únicos. Hay mil y una variables que pueden incidir en el tiempo
que nos lleva “superar” algo. Por ejemplo, el conjunto de comportamientos que llevemos a
cabo durante el duelo, tras el hecho funesto, todo lo que hagamos, será crucial en la expansión
o mengua del espacio temporal.
En ocasiones, determinadas desgracias se enquistan y uno vive rumiando y dando vueltas a un
suceso durante más tiempo de lo que suele considerarse habitual. Es ahí cuando son
frecuentes los comentarios de: “¿aún sigues con eso…?” … “Yo creo que ya es hora de ir
superándolo, ¿no?” … Todos estos comentarios duelen, pues, aunque podamos tratar de
entenderlos, hacen culpable a la persona de su propia desdicha. Quizá debamos tener cuidado
con ellos, ya que para eso que entendemos por “duelo”, no hay tiempos claros, no hay prisas,
no hay por qué correr. A cada cual con su duelo, a cada cual con la forma que ha aprendido a
vivir las cosas.
ENLACES A RECURSOS RELACIONADOS DE INTERÉS:
-QUE NADIE TE DIGA CUÁNTO HA DE DURAR TU DUELO – enGrama
-ATRAVESAR EL DUELO IMPLICA APRENDER A DESCONOCER – Marcos de Andrés Ortega
-NO HAY TIEMPOS PREDEFINIDOS PARA SALIR DE UN PROBLEMA PSICOLÓGICO – Marcos de Andrés Ortega
-¿POR QUÉ MIS EX PAREJAS ME SUPERAN TAN RÁPIDO? – Marcos de Andrés Ortega